viernes, 21 de agosto de 2015

Satélites con lata

Además también fue el equipo de 6 integrantes uno de ellos en ingeniería social 2 ingeniería mecatrónica ingeniería mecánica. Con creatividad y algunos conocimientos de ingeniería, una lata de refresco puede convertirse en la parte exterior de un pequeño satélite de 350 gramos de peso y contener 10 dispositivos electrónicos capaces de enviar datos de temperatura, velocidad y presión atmosférica antes de caer al suelo desde una altura de cuatro kilómetros. Construir un satélite de este tipo, llamado CanSat, es un ejercicio didáctico que se realiza desde hace varios años en universidades de Japón, Estados Unidos y Europa, para enseñar a estudiantes de ingeniería, física y carreras afines cómo funciona un satélite, qué componentes básicos contiene, de qué manera envía datos a una computadora y cómo ésta los recibe, así como el diseño general de una misión. “Un CanSat es una manera moderna de enseñanza para desarrollar tecnología espacial”, afirmó Alejandro Farah Simón, doctor en ingeniería, especialista en optomecánica del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM y responsable técnico de la Red Universitaria del Espacio (RUE), esfuerzo académico que encabeza Blanca Mendoza Ortega, del Instituto de Geofísica (IGf) de esta casa de estudios.